

Una vez que se establece la cronicidad, sobreviene la infección y la situación se vuelve incontrolablemente molesta.El tratamiento conservador suele ser eficaz. Consiste en las modificaciones adecuadas al calzado para evitar el traumatismo constante y la presión sobre el dedo gordo, la aplicación de baños de agua caliente, antibióticos en forma de pomadas o en ocasiones por vía oral, elevación del borde de la uña y técnica adecuada del corte. Cuando estas medidas fallan se puede realizar la cirugía con la extirpación en cuña del borde afectado de la matriz ungueal. También se tiene que remover el exceso de tejido de granulación, para lo cual se han usado varias técnicas como la crioterapia, usando nitrógeno líquido entre otros. Es preferible que estos tratamientos quirúrgicos no se lleven a cabo en edades tempranas, ya que hay la posibilidad de dejar una deformidad permanente de la uña. Cuando no se logra revertir la situación deben ser tratados el cirujano quien literalmente tratará esta patología atacándola por su raíz.


*Zapatos inadecuados*Mal posición de los dedos*Uñas demasiado curvas*Uñas hipertroficas. o aumentadas de tamaño.
Generalmente los varones adolescentes son los más frecuentemente afectados y rara vez se observa en lactantes, quienes en general no requieren cirugía y la resolución suele ser espontánea a medida que el niño crece.
Recomendaciones:
Los pacientes que padecen uñas encarnadas deben consultar a la brevedadCuando este tratamiento fracasa es conveniente dar participación al cirujano infantil o traumatólogo.La prioridad del tratamiento médico higiénico es controlar la infección.Es recomendable que las uñas sean cortadas en forma recta por su extremo distal, sin redondear sus bordes. El podólogo puede durante un cierto tiempo ser una pieza clave para controlar este último punto.
